YO CREIA QUE LO SABIA TODO

Yo que creía que lo sabía todo y el TODO me devolvió la lucidez.

Sólo sé que no sé nada y que no me importa mucho. Lo que sabía era mentira y me causó muchos disgustos.

Aprendiendo de la vida, fluyendo con sus vaivenes, supe que todo no es nada, que somos un sueño de dioses alegres.

Que estamos aquí de paso y que hay que pasarlo bien. Con un kilo conciencia, mucho amor e infinita fe.

Fe en ti mismo y tu camino, fe en tu misión sagrada, fe en el eterno destino, que no es azar, tú lo labras.

Tenemos libre albedrío y nos reparten las cartas, con ellas, mi buen amigo, has de jugar sin pretender ganar nada.

Porque cuando crees que pierdes es cuando, entonces, más ganas. Ganas paz, ganas cordura, ganas fe, ganas templanza, ganas amor en ti mismo, ganas y ganas y ganas…

A medida que envejezco amo mucho más la vida. Sólo pido que antes de mi muerte pueda acabar la partida.

Deja un comentario