UN DIA REDONDO

Te levantas temprano y saludas al sol, te tomas una taza de café e ilusión. Te sacas las legañas, das las gracias a Dios por otro nuevo día sin más expectativa que respirar amor.

Y sin hacer esfuerzos, sin mirar el reloj, recoges la cocina, guisas un buen tazón de sopa calentita para tu ruiseñor.

Y pones buena música, y empieza la función, preparamos la flauta, la harmónica, el tambor. Los bongos, las maracas, también la pandereta y si no hay suficiente hacemos palmas moviendo la cabeza.

El caso es disfrutar, cantar, hacer piruetas. No importa si hace viento, da igual si es mediodía. Jugamos a ‘gegants’ durante todo el día.

Y luego nos bañamos, nadamos y soñamos que somos pececitos jugando a ser mayores.

Es tiempo de verano, sin horarios, sin prisas. No existen calendarios, tampoco hay que ir a misa.

Corremos y saltamos y regamos las plantas con sagrado pipí. Es tiempo de verano, sácate el calcetín.

Siempre vamos descalzos, nos gusta pisar firme, para enraizar el cuerpo con el alma sublime.

Para ser poderosos, para ser invencibles, para alegrar la vida a quien hoy nos visite.

Es un día redondo, con noticias divinas, un cacahuete llega, se gesta en tu barriga.

Y yo te doy das gracias por tu luz, tu poesía, tus ganas incansables de disfrutar la vida.

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