Amigo, hermano del alma, cómplice de mis aventuras,
tenemos una misión, una misión limpia y pura.
No estamos aquí de paso, cada día un nuevo reto,
no fue fácil al principio y doy las gracias por eso.
Porque después, porque ahora, contigo la vida es fácil,
cada día es un regalo, cada día una nueva locura.
Tienes fuerza y compromiso, no te cansas de luchar,
equivocaste el camino, no lo puedes arreglar.
Pero tu amor, tu cariño y tu inmensa humanidad,
hacen que siga contigo hasta el infinito y más allá.
Somos uno, compañero de fatigas y de juegos,
de risas y de tristezas, de luchas, sueños y anhelos.
Y ya nos toca saber que nos lo hemos ganado,
que lo hemos hecho muy bien, que no nos lo han regalado.
Tenemos una misión y sabemos el camino,
yo no quiero hacerlo sola, ¿quieres hacerlo conmigo?