¡Hermosos seres humanos, tan iguales, tan distintos!

Hermanos de nuestros hermanos, valiosos seres divinos.

Nos sentimos superiores, nos mostramos como niños. Vamos destilando odios solicitando cariño.

Reclamamos los derechos, la atención, los besos tibios. Orgullosos, resabiados, caprichosos, resentidos.

Hijos de la misma Madre, del mismo Dios, del universo infinito.

Tan iguales, tan distintos, tan humanamente ambiguos. Buscamos felicidad perdiéndonos en el camino.

Agradecer, perdonar, recular, ser compasivo. Entender a los demás, y soltar el ego herido.

Si no me entiendo ni yo…¿Cómo voy a ser tu amigo?

Buen camino, compañero. Que llegues   a tu destino.

Te espero en aquella estrella, en el Amor Infinito.