NADIE VA A HACERTE DAÑO

Nadie va a hacerte daño querubín de la noche.

Te protegen los ángeles y los seres del bosque.

Nadie toca tu alma, tu mente ni tu cuerpo, los arcángeles velan de ellos en tus sueños.

Nadie osa incordiarte, estás muy protegido, te protege tu Labu y tu abuelo querido.

Y si eso fuera poco, hacen cola en el cielo, los gnomos, las luciérnagas con todos sus misterios.

Es tu vida sagrada, como la de tu madre. Nadie podrá siquiera venir a molestarte.

Porque desde una estrella, la estrella más brillante, el niño Dios te cuida, no deja de cuidarte.

Duérmete pequeñito y sueña con gigantes, el gigante que tú eres siempre podrá salvarte.

Y no te olvides nunca que tú eres el importante.

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