Ahora el mocho, ahora la escoba, el aspirador, la plancha, la cocina o el mercado. El baño, la lavadora y…si aun no te has cansado friega un poquito la casa antes de sentarte un rato.
Es un no parar de faenas agotadoras y mal pagadas. Da igual si las haces tú o pagas para que las hagan…
La mayoría de veces las hacemos las mujeres, esas que trabajan doble pero cobran la mitad, esas que paren sus hijos sin noches para descansar, esas que cuando se quejan se quejan por ansiedad.
Ahora la cena o el baño, el colegio, el hospital. No hay horarios compañeras.
Dejémonos de quejar y exijamos los derechos que tenemos de verdad.
No quiero igualdad contigo, yo quiero mi libertad. Saber que viajas conmigo y acompañas mi caminar. Que eres dulce y comprensivo, atento y, si aún pido más, pido que seas mi amigo, mi amante, mi otra mitad. Para transitar la vida sin que tenga que limpiar tanta mierda contenida, tanta infantil soledad.
Somos el mismo tejido aunque no vistamos igual.
Limpiemos juntos amigo y bailemos al acabar.