CUANDO YA NO TE PELEAS CON TU SOMBRA


Llega un día, un dulce día, en que sueltas el control y dejas que todo fluya para tu Bien Más Mayor.

Y ya no te da vergüenza amar a los que te aman, ni te causa penitencia separarte de quien te da la gana.

Y te abrazas a tu sombra y te gustan sus arrugas y el claroscuro que surcan en tus brazos y tus pies.

Y te miras de reojo, y se aparece tu madre que se fue demasiado pronto para tu mente cobarde.

Llega un día en que agradeces por todo y por casi todo. Por lo bueno, por lo malo…¡Por tantos y tantos tesoros!

Y te levantas temprano, y te acaricias los ojos y te quitas las legañas y te sacudes los enojos.

Y desayunas poquito y das las gracias a Dios, por todos esos ratitos que aún te esperan antes del adiós.

Llega un día en que te aflojas y respiras bien profundo, y agradeces el silencio, la soledad, el desalojo de pensamientos miedosos.

Llega un día en que te miras y ves a una niña muy pequeña abrazándote al revés.

Deshaciendo los misterios, superando las batallas, liberada de sus miedos , abrazadita a tus alas 🪽🪽

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