A mi me cura la tierra, yo me sano con el sol.
Con la bendita cadencia de su luz y su calor.
Me tumbo cuando aparece, me lleno de su color, me desnudo entre sus rayos y me embriago de su amor.
El sol, el aire, la tierra, el agua pura y bendita, son la manera más fácil de curarte las heridas.
Esta vida es un regalo cuando bien sabes vivirla.