SIN RUIDO, SIN CALOR

Sin ruido, sin calor, al compás del Padre Sol. Agradeciendo mi vida, mi elección y valentía.

Vivo rodeada de bichos, de mosquitos y de grillos. Pero también de gorriones, de plantas y muchas flores.

De vecinos imperfectos y gatos pluscuamperfectos, de nubes almidonadas y de estrellas apagadas.

Pero mis noches son claras y amo mis madrugadas. Escucho al búho y al perro ladrando desde aquel cerro.

En invierno escucho al viento y en primavera despierto saludando al padre sol mientras abrazo una flor.

En verano me enamoro de cada noche estrellada y en otoño enciendo fuego y caliento mi morada.

Soy feliz, lo tengo todo. Salud y amor y un tesoro que es mi conciencia inocente sin rencores, sin cosas pendientes.

Hice lo que mejor supe, aprendo a fuerza de errores, y escucho a mi corazón. El siempre tiene razón.

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