Mi pasión es una misión que me viene de muy lejos, de cuando tocaba el tambor sin mirarme en el espejo.
De cuando bailaba alrededor de un fueguito sabio y viejo, y cantaba las canciones que me enseñaron mis ancestros.
Mi misión es mi pasión y soy feliz porque hoy puedo compartirla con la gente, escribirla como un cuento.
Contar historias de siempre, de tiempos que no sabemos si alguna vez fueron nuestros, historias que nos recuerdan que somos perecederos, pero tenemos memoria y algunos nos reconocemos.
Somos los mismos de siempre y venimos de muy lejos, muchos no nos acordamos que todos nos conocemos, que somos todos hermanos, que la Luz es nuestro reflejo.