Tienes nombre de maestro antiguo.
Suenas rimbombante e importante.
Eres más caro de lo que vales.
Vales poco para lo que cuestas.
Dicen que abres puertas, pero cierras muchas ventanas.
Eres un camino cuesta arriba, una cima inalcanzable, un invento del milenio, un engaño, una distracción, un sueño.
¡Máster del universo, qué desperdicio de tiempo!
