Desconectada del mundo, vivo en mi buscada paz,
con aroma de jazmín, de geranio y de verdad.
Sin ganas de salir mucho, ya no necesito nada.
Solo la luz de ese sol al que saludo cada mañana.
Con paz y tranquilidad, desayuno, hago la cama.
Doy de comer a mis gatos, quito alguna telaraña.
Y escucho el ruido del viento y huelo la flor de azahar,
y me abrigo si hace frio y me siento a meditar.
Y ya no me compro ropa, ya no gasto por gastar…
Cosecho lo que me como y bebo el agua del mar.
Y aprovecho bien los días, parece que duran más
desde que no tengo prisa para ir a trabajar.
Entre el este y el oeste, me tumbo a mirar el cielo
y cuando llega la noche miro la luna y te veo.
Y agradezco por mi suerte, por la vida que escogí,
cuando sin miedo a la muerte, quise volver a vivir.
Y soy libre y soberana, bendecida estoy por Dios
Desconectada del mundo, vivo en otra dimensión.