No voy a ir a tu entierro, te prefiero viva en mi recuerdo.
Recuerdo tu risa, tus ganas de fiesta, tu tierna mirada. Tus joyas de apariencia feliz.
Recuerdo tu casa llena de ornamento, todas tus riquezas que ahogaron tus sueños.
No iré yo a tu entierro, lleno de boato y de amigos viejos. Llenito de flores y ramos de muertos.
No me esperes, amiga, en tu entierro. Es así la vida. No se compra todo con dinero.