Antes de que los hombres redactaran sus leyes, una ley natural existía en la tierra.
La ley que está por encima de jueces y juzgados. Por encima de políticos, abogados, notarios, banqueros, proxenetas.
La ley que emana de dios y de la madre tierra. La ley que no distingue por razas. Que es justa por naturaleza.
Antes de que los hombres escribieran sus leyes. La ley natural gobernaba el planeta.
Y hoy, los hombres y mujeres vivos, coherentes, soberanos, nos acogemos a ella para declararnos libres de las injusticias que la ley positiva impone sin benevolencia.
Nuestra jurisdicción es ésa, y si tú así lo sientes, si te crees soberano, si te reconoces eterna esencia…
Aquí te espero, hermano. La puerta ya está abierta.
No temas, de la mano, te ayudaré a transitar los miedos del sistema, para que todos juntos vivamos en esta nueva tierra.
La tierra que merece todo ser humano por el hecho de haber nacido en este precioso planeta.
NO SEAS ILUSO, JESÚS NO MURIO POR TUS PECADOS, ese pensamiento es muy cómodo, además de tonto pues, te libera de toda la responsabilidad de todos los errores que cometas y eso querido hermano, es un absurdo…
A Jesús lo mataron por libre, por predicar con el amor, por dar uso del poder de su mente, por decir lo que pensaba, porque manifestaba las cosas, porque curaba, porque insistía en respetar a la mujer, en cuidar la naturaleza y por ser un revolucionario.
Afirmaba que la casa de Dios está en todas partes, que el amor y el respeto al prójimo como a tí mismo es lo principal.
Un hombre consciente muy adelantado a su tiempo !!!
Pensaron que todo se acabaría con su muerte, pero no imaginaron el alcance de su mensaje.
Y fue así como al día de hoy nos manipulan culpándonos de su muerte y diciendo que fue un sacrificio por nosotros, utilizando su imagen destrozada para crear miedo, culpa, dolor y sufrimiento.
A Jesús lo mataron porque le tenían miedo, como a todos los grandes maestros y defensores de la Tierra que han muerto.
Porque la oscuridad le teme a la verdad y al amor.
Cuando Jesús vino fue un revolucionario que pensaba diferente al resto.
No obedecía al sistema, desafió el sistema de la época y las leyes mosaicas, expuso que la iglesia era una guarida de ladrones, que los dirigentes políticos y eclesiásticos (sacerdotes, escribas y fariseos en aquella época) eran insensatos y guías ciegos; enseñó que el poder de la fe era interior, que el reino de Dios está dentro y que todo lo que él hacía, nosotros lo podíamos hacer también.
La misma élite esclavizante que lo crucificó, lo convirtió en Dios y cabeza de una iglesia trescientos años después por los mismos intereses de dominio y manipulación.
Tergiversaron su mensaje a conveniencia del poder político y religioso de siempre y hasta nuestros días.
Él sabía que eso pasaría, por eso enseñó:
«Buscad la verdad y la verdad os hará libres, más no siervos.»
Cara al sol con tu mejor sonrisa, esa que ocultabas hasta ayer. Con tus alas desplegadas y tu sagrada energía, con tus ganas de ser mejor cada vez.
Cara al sol y así, despacito, sin mucha prisa ir practicando el camino del Ser.
El camino que te conecta con la vida, el camino que elegiste al nacer.
Cara al sol, sin miedo, con gallardía, con los ojos abiertos para ver tanta luz, tanta belleza, tanta poesía. Tanta bondad escondida que ya se deja ver.
Levanta la cabeza, hermana mía, la nueva humanidad está a punto de aparecer y no habrá oscuridad que le prohíba brillar y brillar más no poder.
Levanta la cabeza y mira la vida que se postra rendida a tus pies para que crees desde tu esencia divina lo mejor, lo que mereces por el bendito hecho de Ser.