Desenredar la madeja, deshacer el hechizo, despertar del sueño, salir de la Matrix.
Empieza por ti mismo, mírate hacia dentro, obsérvate ignorante, reconoce tu desconcierto.
Cuando miro hacia fuera me vuelvo para adentro. No mucha consciencia, pero ya no me trago este cuento.
Me resulta estrambótico, absurdo, inconexo. Trocitos de luz, encerrados en un cuerpo.
‘Esto es lo que hay’ me dicen y, yo lo siento, pero no me conformo, prefiero estar muerto.
Compasivamente, con mucho respeto, me digo a mi misma: ‘estás en el camino correcto’.
Sigue hacia delante. La vida no es eso.
No es esta locura, no es este infierno, no es la mala suerte, no es este via crucis, no es tanto sufrimiento.
La vida no es eso.
No es tanto trabajo, no es no tener tiempo, no es dormir tan poco, no es no poder jugar con tus nietos.
La vida es más fácil, más bella, más tierna. La vida es un juego. La vida es perfecta.