Conectar con el espíritu, salir de la mente. Relajar el cuerpo, sentir el presente.
Poner buena música, bajar esa luz. Callar las palabras, abandonar la cruz.
Confiar en la vida y en su devenir. Creer en los sueños y en lo que está por venir.
Perdonar al necio y dejarlo ir. Sentir que es más fácil para poder vivir.
Y no conformarse, luchar hasta el fin, con esa energía que te es más afín.
Tener la certeza, la seguridad. Trabajar el miedo y la oscuridad.
Destruir el egregor que te hace dudar. Tú lo puedes todo, créetelo ya.
Y poner en práctica tu espiritualidad. Dejar las palabras y empezar a actuar.
No te será fácil, costará llegar. Saldrás victorioso, no lo dudes más.
Esa es tu misión, ya no la demores. Sabes el camino, sigue los colores.